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Fundadora de las “Hermanas de la Caridad de S. José”, en 1813, que se dispersaron de inmediato en diversas instituciones independientes. El grupo de Baltimore, más directamente vinculado a la Fundadora, se unió a las Hijas de la Caridad de Francia en 1849. Los otros grupos formaron Institutos independientes, hoy unidos en Federación de Hermanas de la Caridad: Hermanas de la Caridad de S. Vicente de Paúl, de N. York; Hermanas de la Caridad de S. Vicente de Paúl, de Halifax; Hermanas de la Caridad de S. Vicente de Paúl, de Cincinnati; Hermanas de la Caridad de Seton Hill, de Greensburg, en Pensilvania; Hermanas de la Caridad de Sta. Isabel, de Nueva Jersey.
La fundadora nació en 1774 en Nueva York. Su padre, Richard Bayley, era médico de la ciudad. Su madre, Catalina Charlton, era de elevada cultura. Eran ambos episcopalianos. En 1777 falleció la madre. El padre contrajo nuevo matrimonio con Charlotte Barclay. No fue aceptada por la nueva esposa y hubo de vivir con familiares diversos. Cultivó intensa vida interior desde estos años y leyó mucho la Biblia.
En 1794 contrajo matrimonio con Guillermo Magee Seton, también episcopaliano, comerciante con redes en Europa. En 1795 nació su hija Anna María, primera de cinco hijos. En 1798 falleció su suegro y ella se hizo cargo de sus ocho hijos, el mayor de 18 años.
En 1799 quebró la empresa de su esposo. En 1803 viajó su esposo a Europa buscando la salud. Ella acompañó al enfermo. Fueron a Liorna, Italia, llevando a su hija Anna de ocho años. Alquilaron casa en Pisa. Allí murió el esposo, quedando sola y en difícil situación. Amigos católicos, Felipe y Antonio Filicchi, en Livorno, la atendieron y ella quedó impresionada por su caridad. Regresó a Nueva York. Decidió hacerse católica y en 1805 abjuró de la herejía junto con sus cinco hijos. Recibieron el Bautismo el 26 de Mayo de 1806.
Abrió una escuela y una residencia para estudiantes para subsistir. En 1808 marchó a vivir a Baltimore, ante la enemistad de sus familiares de Nueva York. Apoyada por la comunidad católica, inició otro Colegio para las jóvenes católicas de la región.
Cada vez se orientó más a acoger en él a niños pobres y recibió para ellos donativos y limosnas. Con las jóvenes que se le juntaron pronto pensó en formar una familia religiosa.
En 1812 recibieron del Arzobispo permiso para vivir como religiosas y preparó el Reglamento de la Comunidad inspirado en S. Vicente de Paúl. Comenzó a atender las Escuelas Parroquiales norteamericanas. En 1813 el Instituto fue aprobado por el Obispo y ella fue elegida como Superiora por las demás.
En 1821 murió en Baltimore dejando ya 50 Hermanas con casas en Baltimore, Filadelfia y Nueva York. Fue Beatificada por Juan XXIII en 1963 y Canonizada por Pablo VI el 14 de Septiembre de 1975, siendo la primera santa de Norteamérica.
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